Los niños y los adolescentes son las víctimas más frágiles de este tipo de acoso. Las redes sociales, se han convertido para ellos en una forma sencilla de manifestar sus sentimientos. El peligro se encuentra en que, este simple gesto genera que estén expuestos a recibir amenazas y burlas de gente que se escuda en el anonimato.
En muchas ocasiones esto desencadena una fuerte depresión y baja auto estima y, en el peor de los casos, el suicidio.